En IKEA Asturias:

El verano pasado entró en funcionamiento el programa Centiro, que ha sido un completo fracaso, ya que ha llevado a que actualmente haya cientos de incidencias de transporte diarias. Este fracaso no lo han pagado sus responsables, si no que, en diciembre unos días antes de navidad, cuatro compañeras, algunas de ellas madres de familia, fueron despedidas. En vez de la cesta de navidad recibieron un despido improcedente.

Y es que IKEA, una empresa holandesa -o por lo menos es ahí, en los paraísos fiscales de los Países Bajos donde tiene su sede-, no le vale con tributar al 1% en Luxemburgo, otro paraíso fiscal, también le racanea hasta el último céntimo a sus trabajadores intentando quedarse con los pre-avisos y otras indemnizaciones de los despedidos. SONRÍE.

Este verano, el 1 de julio, comenzó el teléfono gratuito. El incremento de las llamadas se desbocó, impidiendo que el CSC pudiera cumplir sus objetivos de tiempo de respuesta, tanto telefónica como por correo. Aún más, la falta de previsión de la empresa conllevó que no hubiera contratado suficiente línea telefónica para atender las llamadas, lo que causó que las llamadas se cortaran y no se pudiera atender al cliente, con sus lógicas quejas. ¿Quién pagó por estos fallos de previsión? ¿Los responsables? No, 6 compañeros que fueron despedidos. SIGUE SONRIENDO.

Por si esto no fuera suficiente, están las forma de la «familia IKEA», que te vende la sonrisa y predicar con el ejemplo:

  1. A una compañera, estando de vacaciones, la llamaron 2 días antes de su boda para despedirla (no sabemos si tuvieron los «suecos» las narices de felicitarle el enlace).
  2.  A otro compañero, no le dieron los horarios de los 2 últimos días, preguntó a los responsables si trabajaba o no, y no le dijeron nada. Fue a trabajar por si acaso, resultando que esos días los tenía de descanso, y el último día tampoco nadie se dignó a decirle si continuaba o no. Esa tarde lo despidieron por teléfono.
  3. A otro compañero, su último día laborable, le hicieron la evaluación de su trabajo, se la hizo el gerente (Molina) en vez del responsable de personal, que sería lo habitual. Juan Carlos Molina, el gerente, le dijo que era para conocerlo mejor, no le dijo si lo renovaban o no en ese momento. Posteriormente le despidieron por teléfono.
  4. Otra compañera preguntó su último día, si la renovaban o no, al responsable de personal. Éste dijo no saber nada, increíble, el responsable de personal no lo sabía. ¿Quién lo sabía si no? ¿No lo supo hasta que la llamaron para despedirla por teléfono?

Esto no es propio de una sonriente familia, es más propio de una gran familia de hipócritas. ¿SIGUES SONRIENDO?

Pero es que aún hay más, al resto de despidos improcedentes, sin preaviso, ni correcta indemnización, se le añaden las formas, la hipocresía y ahora también la precariedad laboral. Los despidos de contratos indefinidos están siendo sustituidos por trabajo temporal a través de la E.T.T. Adecco, todo ello con el beneplácito del sindicato de empresa FETICO, al que ni se le oye ni se le espera.

¿Cuándo volverá a equivocarse por enésima vez el gerente? ¿Será con el nuevo servicio de recogida en tienda? ¿Y quiénes seréis los acusados y despedidos? ¿SEGUIRÁS SONRÍENDO mientras ellos te sonríen y te clavan el puñal al mismo tiempo?

En la CNT no vamos con sonrisas y buenrollismo al «empresaurio», vamos con apoyo mutuo, solidaridad obrera y acción directa. Por eso exigimos la readmisión de todos los compañeros despedidos y la dimisión de los responsables de todo este despropósito y sus fieles esquiroles.

¡Molina y Ramón, dimisión!

Por admin

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