Por la absolución de lxs 8 condenadxs

Desde CNT-AIT Gijón trasladamos toda nuestra solidaridad y apoyo a las compañeras que estan siendo reprimidas por el caso de la Pastelería la Suiza. Esta represión es un ataque directo a toda la clase obrera.

Los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial) al servicio del Capital quieren eliminar al sindicalismo. La finalidad de Estado y Capital es neutralizar la herramienta creada por la clase trabajadora para defenderse, superar al poder y acabar con la explotación. Ante esto solo se puede ofrecer una respuesta unitaria y solidaria desde la clase obrera.

Señalamos que el llamado «cuarto poder» (medios de comunicación) que hacen el juego a los intereses políticos ocultando y/o manipulando la información, tratando de esconder la realidad.

Las leyes son instrumentalizadas para acallar las luchas sociales. Todas las políticas y reformas aprobadas en los últimos tiempos van dirigidas a sumir a la población en un estado de miseria y coacción a golpe de recortes, imposiciones y prohibiciones.

Ante esto es necesario seamos conscientes y nos organicemos. Solo el pueblo unido es lo suficientemente fuerte para hacer frente al poder sin necesitar ningún tipo de intermediarios. Además hoy más que nunca debemos seguir luchando, contra los magistrados franquistas que siguen teniendo cabida en los juzgados.

Seguiremos luchando por los derechos de los trabajadores y por una hostelería digna, en la que de una vez por todas se acabe con los abusos y la explotación en los puestos de trabajo.

Toda nuestra solidaridad y apoyo a las represaliadas en el conflicto de la Confitería La Suiza.

UNION, ACCIÓN, AUTOGESTIÓN

Por la libre absolución de lxs 8 compañrxs del caso La Suiza

Desde CNT-AIT Gijón trasladamos toda nuestra solidaridad y fuerza a las compañeras que han sido represaliadas por el caso de la Pastelería la Suiza. Es un claro ejemplo de otro ataque directo a la clase trabajadora.

Las leyes son instrumentalizadas para acallar las luchas sociales. Todas las políticas y reformas aprobadas en los últimos tiempos van dirigidas a sumir a la población en un estado de miseria y coacción a golpe de recortes, imposiciones y prohibiciones.

No se puede criminalizar la herramienta de la clase trabajadora que no es otra que la acción directa sin intermediarios frente al poder y los explotadores.
También vemos cómo los medios de comunicación “oficiales” hacen el juego a los intereses políticos ocultando y/o manipulando la información, tratando de esconder lo innegable.

Somos conscientes de que es absolutamente imprescindible que la respuesta surja de nosotras mismas, ya que cuando el pueblo se organiza es lo suficientemente fuerte para hacer frente al poder sin necesitar ningún tipo de intermediarios. Además hoy más que nunca debemos seguir luchando, contra los magistrados franquistas que siguen teniendo cabida en los juzgados.

Seguiremos luchando por los derechos de los trabajadores y por una hostelería digna, en la que de una vez por todas se acabe con los abusos y la explotación en los puestos de trabajo.

Reiteramos toda nuestra solidaridad y apoyo a las represaliadas por el Conflicto de la Confitería La Suiza.

Tres años y medio de cárcel para siete sindicalistas por concentraciones delante de la Pastelería Suiza de Gijón

Extraído de El Salto

El abogado de los sindicalistas, Evaristo Bango, avanza que recurrirán “hasta el final” porque “son inocentes”. A primera hora de la tarde de ayer, se hizo público el fallo del magistrado del Juzgado nº1 de lo Penal, Lino Rubio Mayo.

Dicen que no esperaban otra cosa que no fuera una sentencia condenatoria de parte del juez Lino Rubio Mayo, conocido por sus duras sentencias a insumisos y a sindicalistas, como el caso Cándido y Morala, los sindicalistas de La Naval que inspiraron la película Los lunes al sol.

Manifestación en Gijón por la #HosteleriaDIGNA

Por ello cuando recibieron a las 13h de ayer, miércoles 23 de junio, una sentencia de 125 páginas con un fallo condenatorio supieron enseguida que la van a recurrir. El magistrado condena a tres años y medio de prisión a cada uno de los siete acusados, por los delitos de coacciones y obstrucción a la justicia.

Asimismo, les ha impuesto una inhabilitación de dos años y medio y una indemnización a la Pastelería Suiza que se eleva a 150.428 euros, declarando al sindicato CNT como responsable civil subsidiario. Al octavo encausado, un activista sintecho catalán que se encontraba en Gijón uno de los días de las concentraciones, le impone una pena de ocho meses de cárcel por grabar un vídeo y publicarlo en su página de Facebook, bajo el delito de coacciones.

Son inocentes, no han hecho nada. Fueron unas concentraciones y punto, y eso es lo que está demostrado. La sentencia es alucinante”, indica el abogado Evaristo Bango


La sentencia la firma el juez Lino Rubio Mayo, responsable del Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón. El abogado de los sindicalistas, Evaristo Bango, avanza a El Salto que recurrirán “hasta el final”. “Son inocentes, no han hecho nada. Fueron unas concentraciones y punto, y eso es lo que está demostrado. La sentencia es alucinante”, indica. El próximo paso es recurrir ante la Audiencia Provincial de Asturias.

A pesar de que el fallo reconoce que el 3 de mayo de 2016 la Pastelería Suiza se publicitó en un portal de venta para el traspaso del negocio y la adquisición del local (por 325.000 euros) y de que las concentraciones tuvieron lugar en mayo del año siguiente, en 2017, establece que el cierre del negocio se relaciona con la actividad sindical, en vez de con la intención de traspaso de los propios dueños. Y debido a ello establece una indemnización de 35.428 euros en concepto de perjuicios económicos al daño de la pastelería, así como 50.000 euros por daños morales. Para tres familiares del dueño establece una indemnización de 20.000, 10.000 y 10.000 euros respectivamente por daños morales, al tener en cuenta el magistrado los peritos de la acusación particular que indicaron que la familia del pastelero sufrió trastornos adaptativos de ansiedad por las concentraciones ocurridas en la acera de enfrente del local.

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1º de MAYO. En el trabajo nos explotan, en la calle nos reprimen

COMUNICADO

El Estado, por medio de sus cuerpos de represión, siempre se ha opuesto violentamente a todo avance en derechos tanto sociales como laborales, sexuales y de todo tipo. No olvidemos que el reconocimiento de los derechos humanos y sociales ha sido y es una conquista de los movimientos obreros y sociales en la calle, no un regalo estatal o patronal, y que en la práctica, son vulnerados continuamente.

Los Estados utilizan las leyes para legitimar el sistema de explotación basado en las desigualdades de clase, en los que una clase social tiene el control de la economía y por tanto el control del gobierno, de los medios de producción, de los medios de comunicación y de la justicia; mientras que otra clase social, la nuestra, sacrifica su vida, sometida a un sistema productivo que permite a la burguesía acumular riquezas de forma infinita. En estos momentos la clase trabajadora está sufriendo una de las peores crisis del capitalismo, con casi 4 millones de paradas, 900.000 personas todavía en ERTE y unas condiciones cada vez más precarias en el mercado laboral; sin embargo, no dejamos de ver cómo miembros de la Casa Real, políticos, empresarios y demás miembros de la alta sociedad, de ideología liberal todos ellos, reciben trato de favor por parte de la justicia ante sus multimillonarios crímenes mientras nuestras hermanas y hermanos de clase obrera son perseguidas, agredidas y encerradas por reivindicar derechos y justicia social en las calles.


Desde los medios de comunicación no dejan de enviar mensajes propagandísticos que tienen como objetivo criminalizar la protesta equiparando rotura de escaparates y quema de contenedores a crimen, y creando una opinión pública contraria a las reivindicaciones que acompañan estos actos.

El capitalismo es en la actualidad la mayor amenaza para la supervivencia en el planeta y de las formas tradicionales de vida, la cultura de los pueblos, y solo busca acumular capitales sometiendo, esclavizando y explotando cualquier cosa que le permita seguir creciendo. Quienes nos oponemos a este sistema no somos personas violentas, al contrario, somos personas conscientes que buscamos un futuro mejor para las generaciones futuras y que aspiramos por encima de todo a la justicia social. Y es entonces cuando de nuevo el Estado utiliza la violencia, la represión, el miedo, la manipulación… para acabar con la «disidencia».


El 1º de Mayo es una jornada en la que se reivindican las conquistas sociales gracias a la lucha obrera, se conmemora la lucha que iniciaron en Chicago obreras y obreros como nosotras en favor de la jornada laboral de 8 horas, y que también fueron acusados de violentos, radicales y extremistas por los mismos que nos acusan a nosotras actualmente. Muchos fueron encerrados, perseguidos, torturados y asesinados por la misma policía y el mismo sistema judicial que nos persigue y nos encierra hoy. El mantenimiento del orden social, la paz social, no significa bajo su perspectiva más que someterse a las leyes y aceptar las profundas desigualdades sociales y los crímenes que estas vienen a legitimar.

Este 1º de Mayo pedimos un reparto justo del trabajo y la riqueza, la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial, exigimos justicia social, pero sin olvidarnos de todas las personas detenidas y represaliadas por ejercer su derecho a manifestación y a la libertad de expresión.

Porque la represión y la violencia del Estado siempre la sufrimos la clase obrera.

Por un 1º de Mayo Anarquista y antirrepresivo.