Los hay que tienen que tienen el abuso por bandera, que explotan a sus trabajadores, no les pagan y poco menos que se ríen de ellos cuando llega la hora de arreglar cuentas.

En la hostelería gijonesa es la práctica habitual. No contentos con apropiarse del trabajo de los demás, surgen como setas los casos de empresaurios hosteleros que llevan hasta extremos insospechados la palabra explotación: trabajos sin contrato, jornadas maratonianas, semanas enteras sin descansos, sueldos miserables, condiciones laborales deplorables, etc.

En el caso concreto de Marcos Melendi, propietario de la Taberna de Contrueces y hasta hace pocos meses de una Sidrería en el Barrio del Coto, su modus operandi se basa en el “tira que libras y a ver a donde llegas” que no es ni más ni menos que utilizar las prácticas arriba mencionadas para finalmente no pagar nada ni a nadie y abrir un negocio nuevo una vez quede arrasado (literalmente) el anterior.

Tal fue el caso de su Sidrería en el Coto (y muy probablemente de la Taberna Contrueces dentro de un tiempo). Marcos Melendi se caracterizó por tener a sus empleados realizando jornadas interminables en condiciones irregulares y con sueldos miserables que ¡No se pagaban!

¿Por qué? Porque su estrategia, desde hace años, pasa por quemar negocios y trabajadores, no pagar, no hacerse cargo de sus responsabilidades y abrir otros con posterioridad. Así se ahorra unos cuantos sueldos al cerrar, aunque deje a sus empleados en la calle, colgados y sin duro. Sí sus trabajadores no tienen dinero para vivir, pagar facturas, alquiler, comida, ya sabemos por experiencia que a los empresarios les da igual y Marcos no iba a ser menos.

Si estos (trabajadpres) le denuncian, como es el caso, con no presentarse a juicio y declarase insolvente parece suficiente “el mundo que arree y la gente que sea más viva”.

Y al final tenemos que andar vivos. Como no hizo caso de los intentos de sus ex-empleados por cobrar, como no hizo caso del sindicato cuando nos pusimos en contacto con él pidiéndole una reunión, como no se presentó al acto de conciliación ni al juicio, esperando salir indemne como siempre (y sin que nadie se entere)… ¡Pues ahora nos toca a nosotros tomar la iniciativa!

Independientemente de que pueda declararse insolvente y no tener que pagar lo que debe por vía judicial, nosotros tenemos claro que este comportamiento tiene que llegar a su fin y ser conocido por vecinos y clientes de su establecimiento, para que sepan con clase de persona tratan y conviven.

Marcos Melendi no paga a sus ex-empleados las últimas nóminas, no les paga las horas extras que obligaba a realizar, no les paga la categoría que debería y los despide de manera improcedente.. ¡Y también sin pagar por supuesto!

Marcos Melendi es un explotador y un pufista, y esto no puede quedar impune

¡No se puede tolerar! ¡No consumas en sus negocios!

BOICOT A LA TABERNA DE CONTRUECES

Por admin

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