Agustín Rueda Sierra, de 36 años, natural de Sallent de Llobregat (Barcelona). Militante antifranquista y libertario, miembro de los Grupos Autónomos y CNT, fue detenido por su activad sindical y enviado a la prisión de Gerona. Trasladado a la cárcel de Carabanchel (Madrid) sin informar a sus abogados.
Participó en la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL) y en excavación de un túnel junto a otros compañeros encarcelados. Descubierto el túnel, siete presos fueron identificados como responsables e interrogados y torturados. Recordamos que tanto los carceleros como los jueces y fiscales eran los mismos de la época de la dictadura, que se auto amnistiaron.
Agustín fue torturado por varios carceleros que pretendían averiguar quiénes eran los responsables de la excavación para el túnel. Hasta quince carceleros se turnaron para golpearle. Los médicos de la prisión se negaron a prestar ningún tipo de asistencia médica al preso. Oficialmente las causas de la muerte fueron producidas por un “shock traumático”.
Su cadáver fue traslado a Sallent y enterrado sin permiso del Ministerio de Sanidad.
Se procesó al director de la cárcel, Eduardo Cantos Rueda, al subdirector Antonio Rubio, al jefe de servicios Luis Lirón de Robles y nueve carceleros más. La Audiencia Provincial de Madrid considero que la paliza a Agustín Rueda constituía “Un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte” y no un caso de homicidio. Recordamos que el sistema judicial de la dictadura no fueron juzgado por su colaboración con dicha dictadura. Fueron premiados con una amnistía en vez de ser juzgados y pasar largo tiempo en prisión. Recordamos que han seguido controlando la “democracia” poniendo en su lugar a sus fieles seguidos para que TODO SIGUIERA ATADO Y BIEN ATADO
De todos los funcionarios implicados ninguno llegó a permanecer siquiera ocho meses en prisión ya que salieron en libertad condicional poco después. Los siete presos torturados fueron trasladados a diversas prisiones estatales. uno de ellos murió de un navajazo, cuatro salieron libres y los dos restantes fueron destinados a la cárcel de máxima seguridad de Herrera de la Mancha: Pedro García Peña y Alfredo Casal Ortega, cuyos testimonios fueron decisivos en la investigación del caso de Agustín Rueda, que fue el primero que terminó en condenas para los responsables de prisiones.
Fuentes: portaloaca.com y Wikipedía.