Como sindicatos, demostramos en la práctica que juntos podemos oponernos, incluso en lugares de trabajo con contratos dudosos (o sin) y acuerdos verbales informales.
Cuando tomamos medidas para recuperar los salarios impagados, mostramos a los patrones que los problemas que causan ya no los afrontan los individuos, sino un grupo de personas que saben qué hacer y están decididas a no rendirse.
Porque es a través de nuestros propios esfuerzos que realmente podemos cambiar las condiciones en las que vivimos. Y si actuamos a través de los sindicatos, tenemos una mejor oportunidad no solo de obtener los salarios adeudados, sino también de mejorar la situación general en los lugares de trabajo, las comunidades y sociedad en general.
Una de las grandes promesas de los partidos del gobierno durante las pasadas elecciones generales fue, junto a la de la derogación de la ley mordaza, la derogación de la reforma laboral. Pero como suele ocurrir cuando ganan las elecciones, lo prometido se olvida. La ley mordaza continúa siendo un instrumento de represión que persigue y castiga la protesta social, y la reforma laboral apenas ha sido modificada. La subida salarial no compensa en absoluto el incremento del coste de la vida y el despido les sigue saliendo barato a las empresas.
Reforma laboral tras reforma laboral, la tendencia ha sido siempre ir a peor. Las condiciones de trabajo empeoran significativamente año tras año. Cada vez menos derechos y cada vez peores condiciones de vida para la clase trabajadora.
En las últimas décadas, el trabajo ha sufrido un proceso ininterrumpido de precarización. Y es sobre esa precarización de la clase trabajadora que la economía crece, se desarrolla la sociedad y unos cuantos se hacen muy muy ricos.
Para que esta deriva de precarización de las condiciones de trabajo haya sido posible, y no solo en lo estrictamente laboral, también en lo cultural y lo social, ha sido necesaria a su vez, una deriva en la conciencia de la clase trabajadora que ya no se cuestiona ni las instituciones del Estado, ni el modelo económico capitalista.
A este cambio han contribuido las organizaciones y partidos políticos de izquierda que, a lo largo de toda su historia, siempre han colaborado con el Estado y sus instituciones. Sus discursos en favor de que el Estado del bienestar, el crecimiento económico y el modelo productivo capitalista son el único escenario posible, han sido definitivos para borrar de la conciencia de los y las trabajadoras su histórica tradición de lucha en favor de destruir el Estado y cualquier institución basada en la acumulación de capitales y la explotación humana.
Se huye del conflicto social porque se considera que los intereses del obrero y del burgués son, en definitiva, los mismos: mantener el sistema productivo para poder disfrutar de las ventajas y los placeres de la sociedad de consumo. Sin embargo, cuando se trata de hacer sacrificios, es la clase obrera la que tiene que apretarse el cinturón y aceptar los recortes, los despidos y los ajustes que sean necesarios para que las empresas sigan siendo competitivas en el mercado. Los beneficios empresariales solo son posibles explotando y sometiendo a la clase trabajadora, y es por esa razón que la paz social es imposible y el conflicto se vuelve inevitable, como se pudo ver en las protestas que estallaron en el mes de noviembre del año pasado en el sector del metal de la provincia de Cádiz, donde la gente se echó a la calle harta de tener que someterse a condiciones de trabajo abusivas para poder llegar a fin de mes, o como está ocurriendo con el sector del transporte que no gana ni para cubrir costes, mientras los directivos de las industrias del hidrocarburo amasan sus fortunas. El capitalismo, tanto en lo económico como en lo social, es insostenible.
Desde CNT-AIT hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que se organice y deje de soñar con las falsas promesas de bonanza que ofrece el sistema. Si realmente queremos alcanzar un modelo de sociedad basado en la igualdad económica y la justicia social, debemos acabar con el doble yugo al que nos somete el Estado y el Capital. Todas las personas pobres y desheredadas del mundo tenemos intereses y necesidades comunes y debemos buscar un modelo que nos permita organizarnos de abajo a arriba, sin líderes ni cabecillas abusones, alejándonos de las estructuras políticas, tal y como reclama el sindicalismo revolucionario.
Es necesario hacer memoria, recordemos como lucharon compañeras y compañeros años atrás y como las grandes conquistas de la clase trabajadora han sido alcanzadas históricamente mediante la organización y el compromiso con la justicia social. Dejemos los acomodos de creernos clase media y luchemos por salir de esta realidad que nos aliena. Tomemos consciencia de que solamente desde el pensamiento y la acción colectiva, antiautoritaria y de clase, podremos cambiar radicalmente nuestra realidad. Por todo ello, este 1o de Mayo hacemos un llamamiento a la clase trabajadora para que salga de ese confinamiento ideológico y cultural en el que se encuentra sumida y tome consciencia de que los derechos se conquistan luchando.
En 2022 se cumplen 100 años de la fundación de la Asociación Internacional del Trabajo, la internacional obrera a la cual está adherida la CNT-AIT y cuya máxima, como también lo fue de la 1ª Internacional, es que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de las obreras y los obreros mismos. Recordémoslo cuando las organizaciones políticas lancen de nuevo sus falsas promesas de bonanza y prosperidad. Solo una clase obrera consciente y organizada podrá acabar con la tiranía capitalista y garantizar un futuro próspero y en paz para toda la humanidad.
Fundada el 1 de noviembre de 1910 en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) es una unión confederal de sindicatos autónomos de ideología anarcosindicalista de España, que está adherida a la organización de carácter mundial Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT). Se la conoce por este motivo también con el nombre de CNT-AIT.
La CNT-AIT es una organización que ha desempeñado un papel trascendental en la historia de España con una influencia significativa dentro de los movimientos sociales y el movimiento obrero llegando a llevar a cabo La Revolución Social de 1936 a 1939.
La propuesta de creación de la CNT en 1910 fue el fruto sostenido y paciente del sindicalismo obrero por encontrar una coordinación que se creía necesaria y beneficiosa para la clase obrera en su lucha contra el capitalismo y por el desarrollo de una nueva sociedad basada en la igualdad, la justicia y el bienestar del ser humano. Su origen podría fijarse en 1870, año en que fue fundada la Federación Regional Española (FRE adherida a la AIT).
Las sucesivas experiencias internacionalistas en la región española no cayeron en saco roto y a pesar de las persecuciones, las disidencias, los períodos de clandestinidad y la incesante represión gubernamental, el espíritu solidario y libertario de la AIT ha continuado arraigado en el seno del movimiento obrero español.
Desde CNT-AIT Gijón trasladamos toda nuestra solidaridad y fuerza a las compañeras que han sido represaliadas por el caso de la Pastelería la Suiza. Es un claro ejemplo de otro ataque directo a la clase trabajadora.
Las leyes son instrumentalizadas para acallar las luchas sociales. Todas las políticas y reformas aprobadas en los últimos tiempos van dirigidas a sumir a la población en un estado de miseria y coacción a golpe de recortes, imposiciones y prohibiciones.
No se puede criminalizar la herramienta de la clase trabajadora que no es otra que la acción directa sin intermediarios frente al poder y los explotadores. También vemos cómo los medios de comunicación “oficiales” hacen el juego a los intereses políticos ocultando y/o manipulando la información, tratando de esconder lo innegable.
Somos conscientes de que es absolutamente imprescindible que la respuesta surja de nosotras mismas, ya que cuando el pueblo se organiza es lo suficientemente fuerte para hacer frente al poder sin necesitar ningún tipo de intermediarios. Además hoy más que nunca debemos seguir luchando, contra los magistrados franquistas que siguen teniendo cabida en los juzgados.
Seguiremos luchando por los derechos de los trabajadores y por una hostelería digna, en la que de una vez por todas se acabe con los abusos y la explotación en los puestos de trabajo.
Reiteramos toda nuestra solidaridad y apoyo a las represaliadas por el Conflicto de la Confitería La Suiza.
7 de marzo. Sesión de formación: Pensiones con perspectiva feminista
Este domingo 7 de marzo, a las 18 horas, Andrea Uña, militante del movimiento feminista y militante del movimiento pensionista de Bilbao, nos hablará sobre su experiencia personal en este último.
Tras tres años en la calle, ¿Cuáles son las reivindicaciones del movimiento pensionista? ¿Quiénes lo componen? ¿Cuál es la participación de las mujeres? ¿Qué rol juegan? ¿Tienen reivindicaciones específicas? ¿Cuál es la implicación del movimiento feminista con este tema? No podéis perderos este maravilloso conversatorio entre Eva desde Zaragoza y Andrea desde Bilbao, donde despejaremos todas las dudas que tengáis.
Este año hemos vivido una situación excepcional que nos ha permitido, en mayor o menor medida, contemplar los estragos de una sociedad cuyas prioridades están basadas en el capitalismo: el beneficio económico, la actividad frenética imparable y el consumo desmedido. Hemos contemplado atónitas como, una vez más, se priorizaba la economía a la vida. Lo cual supone, como todas sabemos, perder vidas humanas a cambio de salvar la temporada de verano o la de Navidad. No podemos olvidar que las nefastas consecuencias por causa de la COVID-19 han recaído especialmente sobre las mujeres trabajadoras, quienes hemos sido imprescindibles en la lucha contra la pandemia desde los sectores esenciales (limpieza, alimentación, sociosanitario, enseñanza, etc.). De nuevo, las mujeres trabajadoras hemos tenido que lidiar con los problemas de la conciliación. Esta vez, con una dificultad añadida: el teletrabajo.
Ante la evidente necesidad de proteger a las personas y de poner en valor los cuidados, desde la Confederación Nacional del Trabajo, en este 8 de Marzo nosotras reivindicamos el feminismo de clase, sindicalista y combativo, como nuestra mejor defensa. Un feminismo que transforme la vida desde la raíz y que ahonde en las claves para la consecución de una sociedad orientada al cuidado de la vida y a ponerla en el centro. Un feminismo que encuentre en el sindicato una herramienta eficaz para recuperar nuestras vidas, para protegerlas y para dignificarlas. Para conciliar vida y trabajo y para disponer de NUESTRO tiempo y priorizar lo importante.
Porque es en el sindicato donde, día a día, conquistamos nuestros derechos y ganamos terreno a la explotación y a la precariedad; a las horas extras obligadas y no remuneradas, a las jornadas interminables, a los cambios de horario que nos incapacitan para tener vida más allá del trabajo, a la discriminación y los abusos, a los despidos… En definitiva, a la falta de control sobre nuestro sustento y nuestras vidas.
Es en el anarcosindicalismo, donde recuperamos lo que es nuestro y trabajamos juntas para doblegar esa carga que suponen —especialmente a las mujeres— las dobles y triples jornadas con las que lidiamos a diario: en el trabajo, en la casa, durante la maternidad… Un sindicalismo desde el que luchamos para que estas cargas sean realmente repartidas y la responsabilidad sea compartida, para tener garantías y cuidados cubiertos para toda persona dependiente y para lograr conciliaciones que no supongan expulsar a las mujeres del trabajo.
Un sindicalismo útil y eficaz, un espacio de aprendizaje y de revisión, donde nosotras recordamos a las que nos precedieron y desde donde luchamos a diario por erradicar la violencia contra las mujeres, creando redes de apoyo reales que incidan sobre la vida de cada mujer y la mejoren a través de la defensa de nuestros derechos. Donde involucramos a todas las personas que conforman el sindicato para construir esa sociedad más justa que nos sostenga como personas y priorice la vida ante todo.
Por todo ello, es importante recordar que este 8 de Marzo, al igual que todos los días del año, es en el anarcosindicalismo, en CNT, el lugar donde podemos luchar desde un feminismo de clase, continuado y sostenido en el tiempo. Es por ello que nosotras debemos seguir aprendiendo, militando y siendo ejemplo en nuestros sindicatos: formando a otras mujeres, animando a más compañeras a formar parte del cambio, siendo todas partícipes y reconociendo nuestra capacidad.
Por un feminismo de clase y combativo
¡Viva el 8 de marzo y la lucha de las trabajadoras!
CNT ha recordado que en estas fechas se intensifica la explotación laboral, aumentando las conductas fraudulentas por parte de las empresas.
«Por estas razones hemos respondido a las preguntas más habituales de los y las trabajadoras» -ha señalado la organización sindical.
En la campaña navideña aumenta la contratación temporal en el comercio, la hostelería, la logística y otros sectores. Está previsto que en los meses de diciembre y enero se firmen cientos de miles de contratos. “Pero la campaña navideña es también un momento de aumento en los abusos laborales y de la explotación de los trabajadores y trabajadoras”, ha resaltado CNT, que, a pesar de los beneficios que obtienen con las ventas realizadas durante esta época, “las que trabajamos solo obtenemos contratos temporales, precarios y mal remunerados”.
Por eso, según la organizacion anarcosindicalista, “es importante que conozcas tus derechos, y que te organices en el Sindicato con el fin de defender tus derechos”.
#NavidadConDerechos
¿Qué contrato debo tener?
La empresas recurren de forma masiva a los contratos temporales para estas campañas, y en concreto al contrato eventual por circunstancias de la producción, que junto al contrato por obra y servicio es el más utilizado en estos casos.
El contrato eventual por circunstancias de la producción.
Su finalidad puede ser la normal de la empresa, siempre que esta se encuentre ante una acumulación de tareas o exceso de pedidos. Es necesario que en el contrato se especifique el motivo concreto por el que te contratan bajo esa modalidad y el tiempo de duración.
La acumulación de tareas o exceso de pedidos debe ser imprevista, por lo que la campaña navideña, que se repite anualmente, debería en muchos casos ser cubierta con un contrato fijo discontinuo, siendo, en estos casos, la utilización de contratos eventuales un fraude de ley. Infórmate al respecto.
La duración de estos contratos está limitada a seis meses en un período de un año desde el momento en que se produce la causa que lo justifica, salvo que por convenio se permita la extensión a 12 meses en 18 meses.
En estos contratos se permite una sola renovación, siempre que no se exceda el tiempo máximo legal para este tipo de contratación.
Es necesario firmar un contrato por escrito, salvo que la duración sea inferior a las 4 semanas. Es recomendable evitar los contratos verbales para evitar fraudes. Así que exige que se pongan por escrito las condiciones de trabajo.
En el caso de que llegue la fecha del fin del contrato y la empresa no comunique nada y el trabajador continúe en su puesto trabajando, se entiende que el contrato se ha prorrogado de forma tácita hasta el plazo máximo que permite la ley y a partir de este, estaríamos ante un contrato indefinido por fraude de ley.
El contrato por obra o servicio.
Es necesario que en el contrato se identifique con precisión la obra o servicio para la que se contrata y que esta tenga autonomía y sustantividad dentro de la empresa. Debe ser por tanto formalizado por escrito.
No realizarlo por escrito, o no indicar la obra o servicio de forma correcta, implica que el contrato sea considerado indefinido. De la misma forma si el trabajo se prolonga más allá de la obra o servicio indicado o se realizarán otras funciones podría ser considerado de igual forma indefinido.
Si la obra o el servicio es temporal y es para un servicio concreto y sustantivo, pero que se repite intermitentemente o de forma cíclica, la empresa tendrá que recurrir a contratos fijos discontinuos.
No pueden tener, en el caso de aquellos inferiores a seis meses, y salvo que el convenio colectivo diga lo contrario, un período de prueba superior a un mes.
Los horarios. Abusos en la jornada laboral, horas extras o complementarias
En estos contratos de temporada se suele abusar de las horas extras, y no cumplir el descanso entre jornadas (12 horas) y el descanso semanal mínimo (día y medio). Tienes derecho a ellos, igual que cualquier otro trabajador o trabajadora con contrato indefinido. El Estatuto de los trabajadores y el convenio de aplicación establecen con más detalles los derechos que tienes en este sentido, debes conocerlos.
Recuerda que las horas extras son voluntarias y se prohíbe, salvo algunas excepciones, su realización en horario nocturno. También están prohibidas en los contratos a tiempo parcial.
Se deben abonar o compensar por descanso en los cuatro meses posteriores a su realización, y según lo que establezca al convenio. Es habitual que su precio sea mayor que la hora normal. Hay límites en el número de horas extras que puedes realizar.
Recuerda que la empresa debe mantener un registro de tus horarios, tanto tu jornada habitual, como las horas extras o complementarias, y proporcionártelos para su control.
Contratos a tiempo parcial y horas complementarias.
Las últimas reformas laborales facilitan y estimulan la contratación a tiempo parcial, que se ha convertido en una fuente de fraude y abusos laborales por parte de las empresas, al hacer contratos de pocas horas que se ven aumentados con horas complementarias, cuando no con horas extras no remuneradas o pagadas en negro o por debajo de su precio.
Trabajo en festivos.
Las características de la temporada navideña, con varios festivos del calendario laboral en ella, y las propias funciones de refuerzo de estas contrataciones, hacen probable que tengas que trabajar en festivos. Recuerda que el trabajo en festivo, dependiendo del convenio, suelen cobrarse con recargo en el precio de la hora de trabajo, o en el descanso compensatorio.
¿Me pueden pagar menos que a otros trabajadores indefinidos o de plantilla?
No, debes cobrar según lo establecido por el convenio para la categoría del trabajo realizado, de la misma forma que el resto de personal de la empresa, independientemente de la forma contractual. Tienes derecho igualmente a la parte proporcional de pagas extras y a las vacaciones que te correspondan, que debes o bien disfrutarlas o bien cobrarlas.
¿Deben indemnizarme a la finalización del contrato?
Sí, una vez finaliza el contrato deben indemnizarte. La indemnización será de 12 días en caso de finalización de tu contrato.
En el caso de un despido, antes de la finalización, o en el caso de que tu contrato temporal estuviera en fraude de ley y se considerara en consecuencia indefinida la indemnización será de 33 días por año trabajado.
Contratos en fraude de ley y sus consecuencias.
En aquellos casos en los que se pueda considerar que el contrato está en fraude de ley, bien porque el contrato utilizado no se ajusta a las funciones realizadas, o a su duración, o no se detalla los motivos de la contratación, o la obra para las que has sido contratado, realizas funciones que van más allá de la misma y otras causas el contrato puede considerarse en fraude de ley y por tanto indefinido, con la correspondiente indemnización en caso de despido.
La nulidad del despido, el derecho a reclamar tus derechos y la importancia de organizarse sindicalmente.
En contratos temporales como los que se suelen hacer en esta campaña navideña, en la que los trabajadores y trabajadoras tenemos tan poca antigüedad, las indemnizaciones, aún las correspondientes al contrato indefinido (33 días por año) son ridículas, lo que hace que el empresario pueda incumplir la ley y despedirte con un coste ridículo.
De ahí la importancia de asesorarse sindicalmente a la hora de reclamar tus derechos.
La legislación laboral establece la nulidad del despido, es decir la obligación del empresario de readmitirte y reponerte en tu situación anterior, sin que pueda optar por indemnizarte, en aquellos casos en los que exista una vulneración de derechos fundamentales y libertades públicas del trabajador, o ante un caso de discriminación, además de en otros casos (despido de trabajadoras embarazadas o víctimas de violencia de género, de trabajadores o trabajadoras en reducción de jornada por cuidado de hijos, etc)
La reclamación de tus derechos laborales, mediante papeleta de conciliación, denuncia a la inspección de trabajo, o actividad sindical es uno de esos casos. Así, si tuvieras un contrato temporal en fraude de ley, y lo denunciaras, podrías conseguir que se reconociera como indefinido y en caso de despedirte, que la empresa se viera forzada a readmitirte, si se entendiera que el despido es una represalia por haber denunciado el carácter fraudulento de tu contrato.
La unión hace la fuerza
El sindicato, tu defensa. Es en el sindicato dónde puedes asesorarte sobre tus derechos y la estrategia a seguir, y dónde puedes organizarte junto a tus compañeros y compañeras para defender tus derechos. Haz uso de ella.
Con la nueva crisis económica que empieza a arreciar tras la cuarentena, hemos perdido la cuenta de las sucesivas crisis económicas que ha sufrido la población trabajadora de este país y occidente en general (recordemos que en los países pobres están en crisis permanentemente): La del año 29, las dos del petróleo, la del 2008, cuyas élites financieras arrastraron a la clase trabajadora al empobrecimiento masivo mientras ellos multiplicaron sus ingresos , y ahora ésta derivada de la pandemia de la COVID-19.
Las continuas crisis del sistema capitalista se dan mientras se produce una cada vez más alta productividad, ocasionada por la constante modernización tecnológica y la robotización cuya consecuencia es el aumento colosal de ingresos de las empresas; a la vez que más empleo elimina, y, en consecuencia, más precariedad para LA CLASE TRABAJADORA a través de la subcontratación, del trabajo a tiempo parcial, alta temporalidad, trabajos por horas, falsas autónomas/os, trabajos sin contrato, minijobs, etc.
La pérdida de derechos y desprotección ha precipitado a vivir bajo el umbral de la pobreza y/o exclusión social a una enorme cantidad de personas. La cifra alcanza a 12 millones de personas, que no tienen la seguridad de poder alimentarse adecuadamente, pagar la energía que consumen, la vivienda, la educación de las hijas e hijos. Ejemplo vivo de esta realidad es la inmensa cola de hombres y mujeres para obtener una cesta de alimentos o la asistencia a comedores sociales. Aquí se pone de manifiesto la red de apoyo de gente solidaria que lo procura mientras las administraciones niegan.
La responsabilidad de este empobrecimiento generalizado es de los sucesivos gobiernos de la mano de las grandes empresas del IBEX 35 y la UE, que han basado sus políticas económicas en favorecer el enriquecimiento de esas grandes empresas y fortunas, con incentivos económicos de todo tipo, a través de la aprobación de las consecutivas reformas laborales o rebajas de impuestos generalizadas a los más ricos, mientras subían los impuestos indirectos que afectan a la clase trabajadora.
Al empeoramiento del mundo laboral hay que añadir las encadenadas privatizaciones y recortes en los servicios públicos como sanidad, educación y dependencia, que han provocado la reducción al mínimo estos servicios tan esenciales para la población más necesitada de ellos.
En cuanto a las prestaciones sociales las diferentes administraciones públicas establecieron distintos tipos de prestaciones de carácter no contributivo como son las diversas Rentas Mínimas de Inserción, las Pensiones No Contributivas (en diversas modalidades) y otros tipos de rentas y subsidios asistenciales. Con escasas cantidades a percibir (sobre 400 euros) y excesiva burocracia, tiempos de espera e investigación de recursos. En el caso de Andalucía, por ejemplo, para la Renta Mínima de Inserción, si accedes a ella, el tiempo aproximado de reconocimiento de dicha prestación es de año y medio.
La Confederación Nacional del Trabajo reivindica con carácter de urgencia una regulación legal del trabajo a distancia, que permita su implementación de forma permanente en las empresas, incluso con posterioridad a la emergencia sanitaria del COVID19.
CNT reclama la necesidad de una regulación legal específica sobre el teletrabajo, ante la insuficiencia de la reciente reforma legislativa del art. 38.4 del Estatuto de los Trabajadores para la adaptación de jornada por conciliación familiar. Durante la emergencia sanitaria del COVID19, se han puesto de manifiesto las carencias de lo que ha venido siendo una reivindicación contemporánea de la clase trabajadora.
Pese a que el trabajo a distancia ha adquirido el carácter de preferente durante la declaración del Estado de Alarma, no ha sido con la finalidad de mejorar las condiciones de los trabajadores/as, sino como una simple medida para evitar el aumento de contagios. Dicha preferencia no obliga a las empresas ni tampoco asegura que tras la emergencia decidan seguir aplicándolo con su plantilla. La falta de regulación legal genera inseguridad jurídica a las personas trabajadoras –tan solo pudiendo solicitar el teletrabajo de forma justificada por conciliación familiar- permitiendo que las empresas que podrían implementarlo se nieguen a hacerlo. La central sindical denuncia que los empresarios se resisten a cambiar su mentalidad –más propia del siglo pasado- y siguen pensando que los trabajadores/as deben acudir al centro de trabajo todos los días para “calentar la silla”.